La próstata se encuentra situada justamente debajo de la vejiga y rodea la uretra, el conducto por donde pasa la orina. Este cáncer crece generalmente de forma lenta y en sus etapas iniciales pudiera no ocasionar síntomas importantes, lo que hace que diversos hombres no se percaten de que tienen el padecimiento hasta que se descubre a través de un reconocimiento de rutina. En ciertos casos, el cáncer de próstata pudiera ser más agresivo y esparcirse a otras zonas del cuerpo, como los huesos y los ganglios linfáticos.
El peligro de desarrollar un cáncer de próstata incrementa con la edad, siendo más habitual en individuos mayores de 50 años. También, elementos genéticos como ser de ascendencia afroamericana o poseer antecedentes familiares de la enfermedad igualmente aumentan el riesgo. Otras situaciones, como una dieta alta en grasas o la obesidad, asimismo pudieran favorecer un riesgo mayor de desarrollarse este tipo de cáncer. Es sustancial que los individuos que están en grupos de elevado riesgo consultarse con un doctor para preventivamente examinar la necesidad de análisis, como es el examen rectal o el análisis de antígeno prostático específico (PSA).
El tratamiento del cáncer de próstata está en dependencia del período en el que se descubra y de elementos como la salud general del enfermo. Las alternativas de procedimiento comprenden radioterapia, extirpación de la próstata, quimioterapia y terapias hormonales que bloquean la testosterona que es la hormona que alimenta el crecimiento del cáncer de próstata, En situaciones menos avanzadas, el cáncer de próstata pudiera ser monitoreado con un enfoque reconocido como "vigilancia activa", que reside en efectuar un estrecho seguimiento sin implicarse de manera inmediata, pues algunos cánceres de próstata progresan tan lento que no necesitan un agresivo tratamiento. El pronóstico del padecimiento es habitualmente bueno cuando se descubre oportunamente, y muchos individuos pudieran sobrevivir con cáncer de próstata durante años sin que significativamente afecte la calidad de su vida.
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Tácticas para su prevención
La previsión del cáncer de próstata no se encuentra totalmente determinada, pero hay ciertas prácticas que pudieran disminuir el peligro de incrementar este padecimiento. Una de las recomendaciones principales es mantener un saludable estilo de vida. Conservar una dieta equilibrada rica en verduras, frutas, alimentos ricos en antioxidantes y granos enteros pudiera ser provechoso. Sobre todo, los comestibles que llevan licopeno, como son los tomates, han sido vinculados con una disminución del peligro de padecer de cáncer de próstata debido a sus cualidades antioxidantes. Restringir el consumo de grasas saturadas, así como de carnes procesadas y rojas, es también significativo, pues algunas investigaciones apuntan a que dietas elevadas en estos comestibles pudiera incrementar el peligro de cáncer prostático.
El ejercicio sistemático y mantener un saludable peso son otros elementos clave en la previsión. Los ejercicios físicos permanente no solo mejoran la salud generalizada, sino que asimismo ha sido verificado que disminuye el peligro de diferentes tipos de cáncer, donde se incluye el de próstata. Conservar un adecuado peso es esencial pues la obesidad se ha identificado como un elemento de peligro para incrementar el cáncer de próstata, así como para un desarrollo más rápido de la enfermedad. Efectuar por lo menos 30 minutos de moderada actividad física diariamente pudiera conseguir un positivo impacto en la salud de la próstata.
La vigilancia de factores de riesgo genéticos asimismo es una parte perentoria de la prevención. Los individuos con referencias familiares de cáncer de próstata debieran estar atentos particularmente a los signos del padecimiento. Se aconseja hablar con un doctor para tratar sobre el comienzo de pruebas de descubrimiento, como el examen rectal o el análisis de antígeno prostático específico (PSA), a una temprana edad, corrientemente cerca de los 40 años, si se poseen antecedentes familiares. La temprana detección pudiera ser vital, pues permite reconocer alteraciones en la próstata antes de que se progresen sintomatologías metastáticos o graves.
La disminución de elementos de riesgo como el consumo excesivo de alcohol y el tabaquismo igualmente pudiera coadyuvar en la previsión del cáncer de próstata. Aunque diversas investigaciones no han demostrado una directa relación ni tan fuerte entre el cáncer de próstata y el tabaco como en otros ejemplos de cáncer, dejar de fumar continúa siendo una recomendación ordinaria para optimizar la salud. De forma similar, si bien el uso moderado de alcohol no está relacionado completamente con el cáncer de próstata, obviar la exageración de alcohol pudiera favorecer a una vida más saludable y a disminuir el peligro de otros padecimientos que pudieran entorpecer la salud general del individuo.
- Consulte además: Tabaco sin humo y el cáncer de próstata
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